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martes, 25 de junio de 2019

Janos vs Szandor LaVey (el castigo de Rapha) Parte 2/2




Continuación de Janos vs Szandor LaVey (el castigo de Rapha) Parte 1/2


Rapha se levantó y puso una mano en el bulto entre sus piernas. Le dolía, mucho. Quería parar la lucha o dejarse ganar para terminar con eso. Sus testículos estaban extremadamente sensibles. Amarrados con agujetas de botas sobre sus lycras, no tenían manera de moverse y la presión aumentaba la sensibilidad de manera extraordinaria. Los golpes bajos que había recibido hasta ahora eran suficientes para dejarlo tirado, pero sabía que no podía terminar el espectáculo. Necesitaba el dinero que ganaba en la lucha libre y no podía darse el lujo de enemistarse con los directivos de la arena. Su papel era el de luchador enmascarado llamado Janos. Sintió dolor en los huevos solo con colocar su mano para sobarlos. Estaba en su esquina, viendo al poste, cuando sintió que alguien lo tomó del hombro y lo obligó a girarse. 

Quedó viendo de frente a Szandor LaVey, o Roger, como se llamaba en realidad. Lo vio sonreír. Era obvio que Roger sabía de la situación entre sus piernas. Seguramente lo había planeado con Karen, su ex novia, o bueno, ahora no estaba tan seguro que no siguieran juntos. Karen había sido quien lo había distraído en los vestidores, y luego había perdido el conocimiento, para despertarse con los huevos atados con un nudo imposible de desamarrar. No sabía la razón por la que le hicieron eso, pero tendría mucho tiempo para pensarlo después de la lucha. Ahora lo que quería era que terminara, pero para su mala suerte, al menos quedaba una caída más, y esta podía ser tan larga como Roger quisiera. 

Roger tomó a Rapha de la cabeza y lo lanzó hacia la lona azotándolo como látigo. Ya en la lona, sentado con las piernas estiradas, Rapha recibió un castigo a la cabeza, y Roger le empezó a romper la máscara. Roger, hincado detrás de Rapha, jalaba la máscara hacía él con los dedos metidos en los orificios de los ojos. Cuando Rapha puso sus manos para tratar de evitar que la máscara se rompiera por completo Roger aprovechó para enviar su puño volando entre las piernas de Rapha y darle un seco golpe en los huevos. Rapha inmediatamente juntó sus piernas llevándose las dos manos a su paquete y se dejó caer hacia un lado. Roger se levantó y lo empujó con su pie pisándolo en la espalda. El referi, La Anguila, se acercó para advertirle que no volviera a hacer eso. Los dos sabían que la advertencia no serviría de nada. 

Roger, en su papel del rudo Szandor LaVey, levantó al técnico Janos y lo llevó al esquinero. Con Janos (Rapha) viendo al público, pasó sus manos por encima de la tercera cuerda y los pasó entre la segunda y tercera cuerda para jalarlos hacía atrás. El castigo era en sí doloroso, y el pobre Rapha solo podía soportar el castigo como buen luchador que brinda un espectáculo a los aficionados. Abajo del ring podía ver a ambos seconds (luchadores secundarios que acompañan a los luchadores estrellas pero que no intervienen en la lucha, al menos no legalmente) viendo el castigo que le aplicaban. Su amigo Sergio, alias Rondo, actuaba como apoyo para el héroe de la lucha, mientras Big Juárez, el second de LaVey, apoyaba a su compañero y buscaba la manera de lastimar más a Janos mientras le aplicaban el castigo. De repente Big Juárez dio un salto y subió al esquinero del ring, y desde fuera tomó con una mano la cara de Janos y con la otra le soltó una cachetada. Rondo reaccionó tarde para defender a su compañero, pero antes de que pudiera volver a golpearlo, LaVey soltó a Janos, y este rápidamente utilizó sus brazos para tomar a Big Juarez del cuello y comenzar a golpearlo al tiempo que Rondo también atacaba al luchador. Pero de pronto Rapha soltó un fuerte grito de dolor. Detrás de él, Roger pasaba su brazo entre las piernas de Rapha y lo impulsaba hacia arriba cargándolo usando los testículos como punto de apoyo. Ni siquiera necesitaba apretarlos, solo con el peso de Rapha sobre su paquete era suficiente para causarle un dolor potente. 

Rondo no supo qué causó el grito de Janos, pero se preocupó más por retirar a Big Juárez del esquinero y golpearlo debajo del ring. Siempre se agradecía el espectáculo extra que brindaban los seconds debajo del cuadrilátero. 

Mientras, en el esquinero, Janos era sometido. Con el pecho en la colchoneta superior de la esquina, las axilas sobre la tercera cuerda y sus pies flotando, Janos recibía un castigo testicular típico de los rudos. Szandor LaVey disfrutaba de los gritos del público abucheándolo, pero sobre todo de los gritos de dolor de Janos. Normalmente ese castigo era solo para dar show, porque los testículos se mueven y no reciben siempre el peso del luchador. Otras veces el rudo se empeñaba en hacer real el castigo y agarraba con su mano los huevos del luchador al que levantaba para apretarlos un poco e infligir dolor. Pero en esta ocasión, Roger no tenía que preocuparse por el libre movimiento de las bolas de Rapha, sus huevos amarrados no permitían que se acomodaran para escapar el castigo, y aunque era suficiente mantuviera a Rapha en esa posición, decidió subir y bajar el antebrazo para que rebotara y la presión aumentara por instantes. Rapha se retorcía de dolor y encogía las piernas, pero nada hacia que se mermara el tormento.

Después de un minuto de tortura continua, Roger decidió soltar a su rival, no sin antes darle un fuerte apretón de huevos mientras lo levantaba un poco. Rapha solo pudo atiesar las piernas para soportar el dolor, y aceptar la humillación. Finalmente Szandor LaVey soltó a Janos y este cayó al suelo de rodillas sin poder moverse. Roger no lo iba a dejar descansar, lo agarró de la máscara y lo levantó. Se lo llevó caminando al centro del ring para luego lanzarlo contra las cuerdas.

Rapha sentía tanto dolor que lo único que quería era que la lucha terminara, pero mientras siguiera siendo sometido, la lucha iba a durar más, y seguramente Roger lo iba a seguir fauleando. Pensó que tal vez sería una buena idea ignorar el dolor y dar batalla durante un tiempo, y esperar a que Roger luchara de vuelta y lo rindiera, para que así ganara en dos caídas al hilo. Le pareció una buena idea y puso en marcha su plan. Soportando el dolor de huevos que apenas lo dejaba moverse, cuando rebotó en las cuerdas en vez de recibir el golpe que Szandor LaVey tenía preparado para él, tomó fuerzas, dio un salto y se lanzó con unas tijeras a la cabeza de Szandor y giró su cuerpo para mandar volando al rudo, que cayó en la lona. Ese movimiento lo tenía muy bien practicado por lo que cayó de pie en el cuadrilátero y corrió hacia su Roger. Cada paso que daba era una brutal molestia entre las piernas, pero entre más rápido pudiera caer ante su rival, más rápido podría salir de ahí y quitarse esa cuerda de los testículos. Tomó a Szandor de los brazos y le aplicó una llave jalándolos hacia atrás y poniendo su pie en la espalda del rudo. Szandor LaVey comenzó a gritar siguiendo el juego del espectáculo. Durante algunos segundos no podía hacer nada más que soportar el castigo.

Pronto Janos soltó a LaVey y prosiguió a seguir dominándolo. Lo tomó de los pelos y lo levantó solo para girar y lanzarlo como si fuera un muñeco, y cuando cayó en el piso, Janos ya estaba sobre él pisoteándole la espalda. Lo pateó tres veces en la espalda alta y luego dos veces más en la cabeza. Rapha esperaba que Roger se desesperara y quisiera responder a sus ataques, con lo que tal vez pudiera fingir que estaba muy débil y Roger tendría que ponerlo en espaldas planas para que La Anguila contara los tres segundos.

Janos levantó a LaVey y lo acomodó en el esquinero. Lo tomó de un brazo y lo lanzó hacía el esquinero contrario, pero LaVey se plantó con los pies y dio un jalón para que fuera Janos quien saliera disparado hacia el esquinero. Rapha esperaba que esa fuera la reacción de su rival y pudiera aprovechar para dejarse perder. Comenzó a correr hacía el esquinero, impulsado por LaVey y vio que La Anguila estaba muy cerca de ellos viendo todo lo que pasaba; mientras se preparaba para hacer creer que en verdad perdía por verse superado, su plan tomó un curso que no esperaba. Cuando Roger lo lanzó hacia la esquina, no lo soltó del brazo, por lo que dio un giro. Por el impulso volteó todo su cuerpo, y quedó viendo a Roger, y este le soltó una patada sin piedad a la zona de faul.

Lo que el público vio fue que el rudo LaVey, al verse superado por Janos, y en un acto de desesperación, acomodó a su adversario para que quedara de frente a él con las piernas ligeramente separadas, y en un movimiento ruin, digno de un rudo de esa calaña, levantó su pierna con todas sus fuerzas para propinarle un faul al técnico que estaba a punto de remontar la lucha. La espinilla de Szandor LaVey golpeó en zona prohibida al técnico Janos quien cayó de rodillas en el suelo con sus manos en los genitales. La Anguila, el referi en curso, que vio todo muy de cerca no dudó en levantar inmediatamente la mano de Janos declarando su victoria en esa segunda caída.

Con una mano cubriéndose los huevos y la otra levantada a fuerza por La Anguila, Rapha maldijo a todos los dioses por su mala suerte. No solo no había terminado la lucha, sino que había recibido lo que hasta entonces era el peor faul de su vida. Le dieron ganas de llorar del dolor. Escuchaba a Sergio gritando injurias desde abajo del ring, quejándose de la trampa del rudo, pero él lo único que quería era rendirse y largarse de ahí. De la parte baja del abdomen recibía punzadas de dolor que no lo dejaban levantarse. Se quedó tirado hasta que Rondo lo ayudó.

- "Sergio sácame de aquí ya, por favor. No aguanto más, me van a explotar los huevos," le dijo Rapha a su second, Rondo.

- "No podemos, Kuba, ya casi termina la lucha, aguanta," le dijo a su amigo, "no te preocupes, ya es la tercera caída, voy a tratar de apoyarte de alguna manera para que se vaya rápido. Pero no puedo interferir porque eres el técnico, no son formas."

-"Al carajo con las formas, Sergio, te estoy diciendo que me van a explotar los huevos si me vuelven a pegar ahí."

- "Se pueden enojar mucho contigo, Kuba, no te arriesgues," le contestó Rondo. "Vamos, termina y ya."

Sonó la campana, y la tercera caída comenzó. Rapha sentía un intenso dolor en sus partes nobles, pero este no se iba a ir pronto, así que decidió luchar la última caída. Ganara o perdiera, ya era lo último. Se puso de pie y se acercó a LaVey agarrándose su paquete. Le dio mucho coraje ver a Roger riéndose de lo que le acababa de hacer. Trataría de ganarle a como diera lugar, pero sabía que tenía que cubrirse bien, porque su debilidad en estos momentos era cualquier faul que pudiera recibir y que sabía que Roger iba a tratar de conectar.

La tercera caída se llevó a cabo de manera muy normal. Los dos luchadores se lanzaron a las cuerdas, soltaron golpes, aplicaron llaves y cayeron en la lona. Rapha trataba de soportar el dolor que simplemente no se iba; cada azote que su cuerpo recibía enviaba vibraciones dolorosas a sus testículos. Por unos minutos parecía que a Roger se le olvidaba que tenía una ventaja muy grande a su favor.

El climax de la lucha llegó cuando Rapha conectó una certera patada en el abdomen de Roger que le sacó el aire. El luchador LaVey cayó en la lona rodando con sus brazos en el estómago. Aprovechó Rapha para tomar ambos pies de Roger y aplicar un cangrejo para tratar de terminar la lucha. Cuando se estaba posicionando para aplicar el castigo, sintió una vez más un fuerte golpe en los huevos. Soltó inmediatamente a Roger, junto sus piernas y cayó con las rodillas juntas gritando de dolor.

Rapha estaba sufriendo tanto que no pudo ver a La Anguila forcejeando con Big Juárez exigiéndole que saliera del cuadrilátero. Big Juárez había subido para propinarle un fuerte puñetazo a Janos por detrás, y ahora que La Anguila se distraía para sacarlo del ring era el momento perfecto para que Szandor LaVey tomara el control de la lucha, y así sucedió.

Mientras Janos se retorcía en el suelo, LaVey lo agarró y lo obligó a levantarse. Lo llevó hacía el esquinero y pasando su mano entre las piernas de Janos, lo levantó y lo colocó de manera invertida en la esquina del ring. Acomodó los pies de Janos de manera que quedaran atorados en el tirante superior en la posición de tree of woe. Sin perder oportunidad, le dio dos patadas seguidas en el estomago para luego subir un pie a la segunda cuerda y el otro colocarlo en el marcado paquete de Janos. Como otros castigos, ese no dolía tanto si uno se lo proponía. Normalmente los testículos no quedaban perfectamente colocados para recibir el peso del luchador. Tenías que pisarlos repetidas veces aplicando mucha fuerza para que el castigo resultara efectivo. En el caso de Janos, con los testículos atrapados dentro de sus mallas, el dolor era insoportable.

Rapha comenzó a gritar poniendo sus manos en la bota que le aplastaba los huevos sin piedad. Le pedía a Roger que parara. Gritaba "me rindo" esperando que La Anguila detuviera su tormento y declarara ganador a Szandor LaVey. Pero nada de eso pasó. Lo peor era que su second, Rondo, quien trataba de hacer reaccionar a La Anguila para que viera la falta que estaba cometiendo LaVey, solo lograba que el referi se distrajera más. Más de 30 segundos pasaron antes de que LaVey bajara, retirando su pie del paquete de Janos, pero la tortura no terminó ahí.


Cuando LaVey retiró su pie, las manos de Janos fueron inmediatamente a su paquete. Sin embargo no podía hacer mucho más que quejarse y cubrirse, sus pies estaban muy apretados alrededor del tirante, no podría zafarse él solo, menos con el dolor que le habían causado. Szandor LaVey se acercó a él y puso sus manos en los pies de Janos para ayudarlo a retirarlo de donde estaba. Cuando Rapha se dio cuenta de eso, puso sus manos en la lona, para no caer con la cabeza cuando Roger desatorara sus pies. 
Apenas había quitado sus manos de su paquete cuando Roger aprovechó el descuido y agarró el paquete de Rapha y lo apretó con fuerza. Rapha, sorprendido por el intenso dolor que sintió, levantó su cuerpo para tratar de cubrirse, pero chocó con las piernas de Roger que estaba parado justo enfrente de él. Roger mantenía una mano en la colchoneta superior de la esquina, y la otra sumergida entre las piernas de Rapha. Podía suponer cuanto dolor le estaba causando a su adversario, y estaba muy contento por eso. Mantuvo así a su victima lo más que pudo antes de verse muy abusivo. Disfrutaba sentir un paquete rígido, fácil de agarrar con su mano, y exprimirlo con fuerza.

Rapha, que ya no podía de dolor, comenzó a llorar. Lágrimas salían de sus ojos y escurrían hacia su frente por estar de cabeza. Los golpes bajos dolían mucho, pero un apretón era diferente, la intensidad no disminuía. Por fin Roger lo soltó y sus pies quedaron libres. Cayó a la lona inmóvil.

Szandor LaVey levantó a Janos que casi no podía moverse, parecía un muñeco. Szandor colocó la cabeza de Janos entre sus piernas y con sus brazos lo levantó de la cintura. Tenía a Janos otra vez de cabeza, y este apenas podía detenerse agarrando a LaVey de las rodillas.

- "Ya es lo último, Kuba. Aquí se acaba todo." Le dijo Roger a Rapha. No recibió respuesta.

Rapha ya no podía pensar. Estaba sufriendo mucho. Esperaba que Roger lo dejara caer directamente hacia abajo para caer sobre su espalda alta y nuca. Rapha sabía que esto es peligroso si no alcanzaba a meter su cabeza así que se preparó para hacerlo. Sería el último castigo para quedar de espaldas y que contaran los tres segundos. Pero Roger no lo dejó caer como él esperaba, sino que empujó a Rapha de la cadera para que cayera en plancha sobre la superficie del ring.

Rapha cayó completamente horizontal sobre la lona, lo que hizo que su paquete se azotara recibiendo su peso. Una vez más un agudo dolor explotó en su sexo. Gritó. Quería rodar y patalear. Nunca había terminado tan doliente de una lucha. Decidió poner sus manos en sus genitales y quedar recostado en boca abajo. Con un pie en el hombro de su rival LaVey giró a Janos para que quedara en espaldas planas. Janos no se movía. Al girar una mano quedó en la lona mientras la otra estaba sobre su paquete. Lo vio, y decidió tomar una pose de victoria. Levantó su pie y lo puso sobre la mano que cubría el paquete de Janos. El luchador se convulsionó un poco al sentir la presión en sus huevos, pero no hizo ningún esfuerzo, ni siquiera cuando LaVey usó su bota para retirar la mano y que quedara firmemente sobre su paquete.

La Anguila contó hasta tres, golpeando su brazo en la lona, y la lucha terminó.

Szandor LaVey levantó los brazos en señal de victoria y pateó el costado del luchador derribado. Subió a la segunda cuerda y volvió a levantar los brazos. La Anguila se acercó a él mientras bajaba de las cuerdas, tomó la mano izquierda de Szandor y lo levantó, señalando que era el vencedor.

Sergio subió al ring y se acercó a su amigo. Le puso una mano en el hombro y lo animó a levantarse.

- "Vámonos, Kuba. Levántate." Le dijo.
- "No puedo, socio," contestó Rapha.
- "Vamos, yo te ayudo, hay que ir al vestidor para cortar esa cuerda," replicó Sergio.



Como pudo, Sergio arrastró a Rapha afuera del ring. Pasó un brazo detrás de su cabeza y con el otro le rodeó la cintura. Rapha daba pasos muy chicos, siempre con una mano en la entrepierna. Caminaron fuera de la vista del público, y Rapha se desplomó en el suelo, con las piernas abiertas.

-"Ya no puedo más, duele mucho," dijo con una voz muy cansada.

Sergio corrió a buscar algo con qué cortar la cuerda, y regresó varios minutos después con una navaja. Bajó las mallas de Rapha lo suficiente para ver directamente el cordón con el que apretaban los testículos de Rapha. Perdiendo todo pudor acercó su mano a la zona privada de su amigo y con cuidado trató de cortar la cuerda. Rapha tenía los huevos sumamente sensibles y cada esfuerzo de Sergio por cortar la cuerda era un castigo más que tenía que soportar. Por fin Sergio pudo liberar los genitales de Rapha y con un último tirón de la navaja sobre la cuerda que hizo a Rapha gritar de dolor, cortó la cuerda y Rapha quedó libre.

Puso una mano para sobar ligeramente sus huevos. Levantó las lycras para despegarlas de su escroto lastimado. Todo era dolor. La sensación de la piel apenas era soportable. No se levantó hasta pasados 20 minutos. Luego le pidió a Sergio que lo llevara a su casa. Ni siquiera quería cambiar su ropa ahí.

FIN


miércoles, 12 de junio de 2019

Janos vs Szandor LaVey (el castigo de Rapha) Parte 1/2


“Excelente,” pensó Roger. Al parecer todo había salido como lo planearon. Kuba definitivamente no se veía cómodo, caminaba raro. No pudo evitar mirar fijamente a su entrepierna, se veía extraña, como si no tuviera ropa interior y sin embargo no se movía su paquete. 

El luchador se tardó más de lo normal en llegar al ring. Saludó a todos los niños que se acercaron a él. Roger lo espero con impaciencia. Sabía exactamente lo que estaba pasando y tenía muchas ganas de que empezara la lucha. El nombre del luchador que se hacía llamar “Janos” en el ring, era Raphael, pero todos le decían Kuba, porque era cubano. Desde hacía algunos años se había convertido en un luchador muy popular, siempre luchando del lado de los ‘técnicos’, por lo que era considerado el héroe en esta pelea. Roger, quien su nombre de luchador era Szandor LaVey, desde hacía mucho que era rudo, y también desde hacía mucho le gustaba ser el villano, sobre todo por las trampas que tenía “permitido” hacer para dar un buen espectáculo. 

El referí, conocido como La Anguila, también era ya muy famoso en la arena. Ahí todos se conocían, los referís, los luchadores y hasta los anunciantes. No era raro encontrar a dos o más luchadores en algún evento social. Pero esta noche pasaba algo fuera de lo común. La Anguila también notó algo raro en el paquete de Kuba, pero no se atrevió a poner mucha atención. Cuando subió al ring y el anunciante lo presentó al público fue más evidente, parecía que tuviera una semi erección, aunque claramente eran los testiculos los que se notaban sobre las mallas. 

“Lucharaaaaaaaaaaan, a ganar dos de tres caídas y sin límite de tiempo. En una lucha ‘mano a mano’, en esta esquina, el terror de las tinieblas: Szandoooooooooor LaVeeeeeeeeyy. Y en esta otra, el ídolo de Cuba: Jaaanooooooooos,” gritaba el anunciante. Al escuchar su nombre, Raphael subió a la segunda cuerda en la esquina del ring y levantó los brazos. El anunciante todavía estaba hablando, presentando a los seconds, cuando Roger tomó a Raphael de las mallas y lo tiró a la lona. Acto seguido lo levantó y lo azotó contra el esquinero. Rapha, un poco desconcertado, pero acostumbrado a eso, comenzó a dar el espectáculo. 

Como en cada lucha los golpes no son tan dolorosos como los hacen ver los luchadores, ni tan inofensivos como muchos decían que eran. Los golpes dolían, pero el punto importante es que fueran escandalosos, que hicieran más ruido que daño, y los luchadores tenían que actuar como si fuera un dolor insoportable. Y aunque a veces no resultaba todo como se planeaba, rara vez alguien salía lastimado. 

Después de la reacción de desconcierto esperada de Rapha, Roger le dio un golpe con su antebrazo en el pecho. Luego lo tomó de un brazo y lo lanzó contra la esquina contraria, y se propuso a hacer lo mismo, pero cuando iba a caer sobre Rapha, este se quitó y Roger se estrelló contra el esquinero. Luego Rapha tomó a Roger para aplicar el mismo movimiento pero Roger reaccionó y le dio la vuelta para que fuera Rapha quien se estrellara de nuevo de espaldas al esquinero. Pero esta vez en vez de caer con su antebrazo en el pecho de Rapha, Roger decidió bajar el brazo y estrellar el dorso de su mano contra el paquete descubierto de Raphael.

“¡Ough!” gritó Rapha mientras se encogía hacia adelante antes de caer al suelo cubriéndose los huevos. 

“¡Faul!” gritaba el público, al tiempo que Roger sonreía levantando ambos brazos. La reacción de Kuba era justo la que esperaba. Sabia que La Anguila le llamaría la atención, pero al ser un golpe que normalmente es muy débil, solo sería una advertencia simulada; La Anguila no podía saber qué Rapha estaba sumamente adolorido. 

A partir de entonces Roger mantendría los golpes bajos, subiendo la intensidad cada vez para disfrazar el hecho de que sabía cuanto dolor le había causado a al cubano. 

Lo siguiente que hizo fue aplicar una llave mientras Rapha estaba todavía en el suelo. No esperaba que Rapha se rindiera, era solo una forma de no verse muy obvio en su plan. Después lo levantó, lo aventó contra las cuerdas y le dio unas patadas voladoras justo en el pecho. Rapha salió volando hacia atrás rebotando en las cuerdas de nuevo mientras Roger se acercaba a él. Lo tomó de un brazo, lo torció y cuando Kuba se agachó por instinto le dio una patada en el abdomen. Ahora con el luchador técnico ya debilitado por los golpes, lo llevó otra vez al esquinero. Pasó sus manos por encima de la tercera cuerda y los estiró hacia él, pasándolos entre la segunda y tercera cuerda. Esto hizo que Rapha  se arqueara hacia adelante, y para lastimar más a su oponente, Roger le clavó una rodilla en el abdomen. Esto fue excusa para  no verse muy evidente cuando aplicara el castigo que realmente quería aplicar. Unos segundos después de acomodar su rodilla justo arriba del ombligo de Rapha, lanzó una ligera patada que estrelló su espinilla entre las piernas del cubano. 

“¡Ouh! No, no,” decía Rapha inmovilizado y con cara de susto. Pero Roger no se detuvo, y comenzó a mover su pierna hacia los lados y hacía arrriba y abajo, de modo que aplastaba el bulto de Rapha. Todo esto lo hacía sin dejar de sonreír, mientras que Rapha comenzaba a gritar más desesperado: “para, para, para, para, ¡aaaaggghhhh!”

La Anguila se acercó a Roger para decirle que soltara a Kuba, y a pesar de que trató de defenderse diciendo que no estaba haciendo nada indebido, el referí empezó a contar hasta diez como ultimátum para que soltara a "Janos". Entonces Roger bajó su pie hasta la lona, sin soltar a Rapha de las manos, pero una vez que La Anguila se alejó solo un poco, le puso la rodilla entre las piernas, sin llegar a darle un rodillazo en seco, pero presionó su bulto hacia arriba hasta que Rapha quedó suspendido, sin tocar el suelo con los pies, solo sostenido por la rodilla de Roger presionando su paquete. 

"¡¡¡Ouuuhhaaaaaaagggrrrr!!!" gritó Rapha durante los 10 segundos que duró el castigo. Luego Roger lo soltó completamente y Rapha cayó de rodillas al piso, con las dos manos en sus huevos, y luego se dejó caer completamente en la lona. 

Roger lo acomodó boca arriba, y se puso encima de él. Rapha ni siquiera puso resistencia. Normalmente cuando un luchador recibía un faul, este no era muy intenso, y el luchador caía al piso pataleando y revolcándose en la lona exagerando la reacción ante el dolor de testículos. Pero en esta ocasión, Rapha sentía tanto dolor que ni siquiera se podía mover. Esperó a que contaran las tres palmadas para que acabara la primera caída, escuchó la campana, y sintió que Roger se apoyaba sobre él para levantarse: una mano sobre el pecho,y la otra, claro, en su paquete. Rapha gimió de dolor y solo se giró hacía un costado para esperar que la agonía se disipara.


23 minutos antes

Rapha estaba en su vestidor terminando de ponerse las botas para salir a luchar. Estaba solo, cerrando su locker cuando entró Karen, una luchadora muy guapa que conocía desde hacía algunos años. Era la ex pareja de Roger, el luchador contra el que Rapha iba a luchar en apenas unos minutos. 

A Rapha le sorprendió verla ahí, normalmente las mujeres no entraban al vestidor de los luchadores, pero cuando lo saludó con un "hola, guapo" y lo besó en la boca, no le importó mucho. Rapha se dejó llevar porque desde hacía mucho le gustaba Karen, pero como tenía novio, no se había dejado seducir, y ahora que era ella la que se acercaba y aparte llevaba ya tres semanas que había terminado con Roger, no desaprovechó la oportunidad. No entendía por qué se lanzaba tan efusivamente sobre él, pero en ese momento no le importaba.

Karen no se limitó y después de pasar sus manos por el torso y la cintura de Rapha, llegó a su paquete y lo agarró con fuerza.  Rapha abrió los ojos ante el agarrón inesperado, y cuando empezó a sentir una erección decidió parar. Karen ya estaba metiendo su mano dentro de las mallas de Rapha, quien las tomó con sus manos y le pidió que parara. 

“Voy a salir al ring en unos minutos,” le dijo respirando rápido. 

“En diez minutos exactamente,” contestó Karen. “Suficiente para hacer que te vengas. Es de buena suerte, para que no te lastimes.” 

Karen, lo miró lujuriosamente mientras metía sus manos de nuevo dentro de las mallas de Rapha, y este, sin estar seguro de que fuera una buena idea, se dejaba llevar por la situación. Karen agarró su miembro y lo empezó a frotar con sus manos mientras se ponía duro. Besó a Rapha en la boca una vez más y lo llevó hasta una silla donde lo empujó para que se sentara. Karen agarró todo el sexo de Rapha con las dos manos y se metió el miembro en la boca. Con las manos jugaba con los huevos, jalándolos y apretándolos un poco. Rapha se dejaba llevar, estaba disfrutando mucho la situación. Cerró los ojos y echó su cabeza hacia atrás. Después de unos momentos de disfrutar el sexo oral que le proporcionaban abrió los ojos porque sintió que pronto se iba a venir. Lo que vió no le gustó nada. Un luchador estaba detrás de él listo para atacarlo. Antes de que pudiera reaccionar ya tenía un brazo alrededor de su cuello. Segundos después estaba inconsciente sentado en la silla con sus partes al aire. 

"Te tardaste," dijo Karen mientras se limpiaba la boca.

"Perdón," contestó el luchador al que llamaban Big Juarez y quien iba a ser el second de Roger esa noche, "La Anguila me entretuvo y quería que le ayudara con unas cosas".

"Bueno, ya, pásame la cuerda," dijo Karen.

Janos con los testículos amarrados
Big Juarez sacó una agujeta de botas de lucha de su bolsa y se las entregó a Karen. Karen la tomó y comenzó a preparar su objetivo. Le acomodó las lycras a Rapha como si lo estuviera vistiendo. El miembro de Rapha todavía estaba semi erecto. Karen agarró los testiculos de Rapha sobre las lycras y comenzó a amarrarlos con las agujeta. No era una tarea fácil, los huevos de Rapaha eran grandes y Karen tenía que dar varias vueltas para que no pudiera librarse del amarre fácilmente. Hizo un nudo corredizo y atrapó los testículos con el, luego lo apretó y dio varias vueltas con lo que quedaba de cuerda para terminar con un nudo fuerte que Rapha no podría deshacer en poco tiempo. 

Al terminar, Karen le puso las mallas de nuevo. El bulto de Rapha se veía extraño, muy grande y no uniforme como normalmente se ven los paquetes de los luchadores. Big Juárez y Karen se apuraron a salir del vestidor antes de que Rapha despertara, dejándolo solo en una esquina.

Rapha se despertó con una cachetada que le dio Sergio, su second. No sabía qué había pasado. 

"¿Qué pasó, Kuba?" le dijo Sergio, a quien llamaban Rondo. "¿Qué te pasó?"

Rapha se despertó atontado, sin saber qué hacía casi recostado en la silla del vestidor. Luego trató de levantarse poco a poco, y sintió una fuerte incomodidad en su entrepierna. 

"Ya tienes que salir," le decía Sergio. 

"No puedo, me hicieron algo," dijo Rapha alarmado.

"Cómo que te hicieron algo, tienes que salir ya, te están esperando y ya sabes cómo se ponen con la puntualidad, la arena está llena," dijo Sergio.

"Sí, pero algo me hicieron en los huevos," contestó Rapha agarrando su paquete. "Me amarraron los huevos."

"¿Te amarraron que? ¿Quién?"

"Karen, estaba aquí. Me estaba dando una mamada y luego ya no me acuerdo, y me desperté así." Dijo Rapha mientras se bajaba la malla para mostrarle a Sergio.

"¡Wow, amigo, quítate eso o estás jodido!" 

"Ayúdame, mamón."
"Te quiero mucho Kuba, pero no te voy a tocar ahí."

Rapha hizo un esfuerzo por librarse de esa cuerda alrededor de sus testículos pero todo fue inútil. 

"No puedo salir así. Retrasa la lucha."

"No puedo, Kuba, ya está retrasada la lucha. Me mandaron a buscarte y me amenazaron con cobrarnos una multa si no salías ya."

"Pero no puedo salir así," dijo Rapha.

"Pues vas a tener que hacerlo, amigo," dijo Sergio. "Protégete bien."

Rapha salió al cuadrilátero y Roger supo que lo tenía a su merced. Rapha sabía que estaba a su merced. Dentro de sus mallas su paquete estaba envuelto como regalo para que con solo tocarlo le causara gran dolor. Rapha sabía que no iba a ser una lucha fácil, y creía que lo mejor era soportarlo todo hasta que terminara. 



Sonó el silbato y la segunda caída comenzó. 



CONTINUARÁ...

lunes, 22 de abril de 2019

El intendente cubano

Raphael (Jefferson Ferreira)

La Universidad Politécnica nunca estaba vacía. Ya fuera fin de semana, día feriado o cualquier fecha que pudiera parecer especial, siempre había gente en sus pasillos y espacios sociales. Eso significaba que siempre había necesidad de personal de limpieza que ayudara a mantenerla limpia. No eran pocos los empleados que se dedicaban a esto, sin embargo uno nunca faltaba a trabajar. Cualquier día te podías encontrar al joven cubano que barría, trapeaba o limpiaba vidrios.

Raphael había llegado de Cuba cuando tenía 15 años buscando una oportunidad. Encontró un empleo como intendente en la Universidad Politécnica y no lo desaprovechó. En la universidad le daban oportunidad de ejercitarse, lo que lo motivó a desarrollar sus músculos. Una vez lo invitaron a un evento en el que hubo un espectáculo de lucha libre y nunca más dejó de pensar en eso. Once años después de su llegada a la universidad, poca gente sabía que era un reconocido luchador enmascarado que cada fin de semana se ganaba dinero extra por el show que brindaba.

Aunque nadie sabía de su otro trabajo en la universidad, muchas chicas habían notado su cuerpo atlético. Esto aparte de ser apuesto y muy amable le había ganado muchas fans.

Alexis y Diego conocían a Rapha por su reputación y porque al igual que cualquiera que atendiera a la Universidad Politécnica, lo habían visto muchas veces trabajando ahí.

Un día estaba Raphael limpiando los pisos del gimnasio a la vez que Alexis y Diego practicaban lucha grecorromana en el tapiz. Los chicos lo vieron y pensaron que seria divertido atacar dos contra uno al intendente; eran de esos imbeciles que les gustaba someter y golpear a gente al azar cuando los veían desprotegidos, y siendo ellos luchadores “pro”, se sentían en ventaja siempre. Escogían a víctimas débiles y desprotegidas, y esta les pareció una buena oportunidad. Diego se acercó disimuladamente a cerrar la puerta con seguro por si el intendente trataba de escapar. Una vez que no había salida entre los dos se acercaron a Raphael para intimidarlo. 

Raphael estaba concentrado en su trabajo cuando los dos muchachos se acercaron. Primero pensó que le querían preguntar algo, pero le alarmó la manera en que ambos se acercaban como si lo quisieran rodear.

Alexis (Aaron Pico)
El ataque llegó por el costado derecho, Diego se lanzó contra él pero Raphael lo empujó con suficiente fuerza para detener el ataque. Al mismo tiempo Alexis se acercaba por el otro lado, y al ver la reacción de Raphael y cómo Diego salió volando con el empujón se dio cuenta que tal vez necesitaría esforzarse más para someter al intendente. Trató de rodearlo con sus brazos pero Raphael también logró evitar ese ataque fácilmente. 

Diego y Alexis quedaron sorprendidos y enojados por no haber podido someter rápidamente a Raphael, por lo que volvieron a acercarse con coraje para tratar de derribarlo entre los dos, al mismo tiempo. Raphael, que ahora sabía la intención de los estudiantes ahora estaba mejor preparado para defenderse. Poco sabían ellos de sus aptitudes para luchar. Antes de que pudieran acerarse lo suficiente, Raphael ya estaba girando para no darle la espalda a ninguno y tratando de adivinar sus movimientos para adelantarse a ellos. 

Cuando Diego se cansó de perseguir al intendente sin lograr ni siquiera colocar un golpe probó correr hacia él y lanzarse para derrumbarlo y esperar que Alexis tuviera tiempo para acercarse y colocar algún golpe. Hizo esto y Raphael echó su cuerpo hacía atrás, pero no suficientemente rápido para evitar que Diego lo abrazara por la cintura. Aunque no lo derribó, fue suficiente para limitar sus movimientos. Alexis no desaprovechó la oportunidad y se acercó velozmente para tratar de tomarlo por la espalda e inmovilizar los brazos. Torpemente logró hacerse de un brazo de Raphael. Alexis realmente se sorprendió por lo fuerte y musculoso que resultaba este intendente. Raphael trataba de soltarse usando su otro brazo, y golpeaba la espalda de Diego que quedaba justo a la altura de su cintura. 

Diego (Ethan Ramos)
Diego por su cuenta trataba con todas sus fuerzas de tumbarlo, soprtando los golpes que recibía en la espalda. Pero despues de unos momentos de no lograrlo, lo soltó para inmediatamente tratar de amarrar con sus brazos una de sus piernas e intentar torcerla para desequilibrarlo, pero cuando soltó la cintura de Raphael y trató de pasar su mano para tomarlo de su pierna su puño golpeó la entrepierna de Raphael y este soltó un gemido de dolor. Inmediatamente Diego se dio cuenta que ese era el punto perfecto que debía atacar para poder someterlo. Soltó completamente a Raphael y aprovechando que tenía las piernas separadas para no perder el balance, le soltó un puñetazo lo más fuerte que pudo entre las piernas. Su puño golpeó directamente los huevos de Raphael cubiertos solo por sus jeans y este soltó un grito de dol
or al tiempo que dejaba caer sus manos para cubrirse y perder todas las fuerzas que lo mantenían defendiéndose de los dos muchachos. Diego y Alexis no desperdiciaron ni un momento y se lanzaron sobre él. Alexis lo tomó del cuello y se lanzó hacia atrás para estirar su abdomen. Mientras que Diego preparó el golpe perfecto. Mientras Alexis poco a poco y a estirones levantaba a Raphael, este se defendía tomando el brazo que le rodeaba el cuello con sus manos. Esto dejó su paquete completamente descubierto y en el momento que estuvo completamente de pie y arqueado hacia atrás Diego se apresuró, levantó su rodilla con fuerza y la colocó justo en medio de las piernas de Raphael.

Raphael, que todavía no se recuperaba del primer golpe que recibió en los testículos, gritó otra vez y juntó sus piernas, al tiempo que se dejaba caer. Alexis no tuvo suficiente fuerza para mantenerlo de pie tomándolo del cuello asi que lo soltó. Raphael cayó de rodillas en el piso con sus manos entre las piernas y gritando. Luego se dejó caer completamente boca abajo tratando de soportar el dolor. Lo siguieron golpeando en la espalda y el estómago hasta que estuvo inmóvil. Esto lo aprovecharon Diego y Alexis para sacar de sus mochilas algunos objetos para inmovilizar a Raphael.

Lo primero que sacaron fueron cuerdas para saltar. Cada uno con su cuerda se acercó a Raphael. Alexis pasó su cuerda alrededor del cuello de Rapha mientras que Diego le amarraba las manos por detrás de la espalda. Luego con la misma cuerda, Diego le amarró los pies juntos, y Alexis amarró su cuerda a la cuerda de Diego, de manera que Raphael no podía encoger su cuerpo sin ahorcarse. Utilizaron una muñequera para vendarle los ojos. Le pusieron un calcetín en la boca y con la otra muñequera se aseguraron que no pudiera gritar.

Una vez que tenían su juguete tal como lo querían comenzaron a torturarlo. Primero lo colocaron de rodillas. Alexis lo detenía de la cabeza para que no pudiera moverse. Diego comenzó dandole fuertes golpes en el abdomen. Los gemidos de dolor de Raphael quedaban ahogados en el calcetín dentro de su boca. Después le dio varios golpes con el puño cerrado en el pecho. Raphael tensaba los músculos y los golpes no surtían tanto efecto; Diego se dio cuenta de esto pero siguió golpeándolo. Sentía con cada golpe que Raphael hinchaba el pecho y se ponía muy duro. Siguió golpeando el pecho esperando que Rapha se acostumbrara a los golpes; como tenía los ojos vendados no podía ver cuando recibiría el siguiente, por eso cuando Diego decidió cambiar su blanco, tomó a Rapha por sorpresa completamente. Diego le dio un fuerte puñetazo en los huevos que hizo temblar a Rapha. El dolor fue muy intenso e inesperado. Trató de cubrirse con su propio cuerpo pero la cuerda alrededor de su cuello y los brazos de Alexis deteniéndolo lo impidieron. Diego veía como respiraba rápido y disfrutó su crueldad. Después de eso le dio dos golpes más, cada vez tratando de superar la fuerza del anterior. Y luego trató de agarrar a Rapha de los testículos. Como los jeans de Rapha eran ajustados, Diego batalló unos instantes, pero el bulto de Rapha era suficientemente grande como para escapar la garra de Diego. Al final solo pudo agarra uno de los huevos de Rapha porque se escapaba el otro, pero no le importó, comenzó a apretar con mucha fuerza viendo de frente a Rapha para apreciar su reacción. Los músculos de la cara de Rapha se tensaron y comenzó a hacer muecas de inmenso dolor.

Pronto Alexis se aburrió y le pidió a Diego que cambiaran posiciones. Diego, más interesado ahora en seguir torturando la hombría de Rapha, le dijo que traería una barra de masaje para mantener las rodillas de Rapha separadas y poder golpearlo con más facilidad, pero al decir esto se le ocurrió algo mejor: la barra de masaje era el instrumento perfecto para torturar los genitales de Rapha. Al escuchar esto, el cubano sintió angustia y comenzó a cerrar sus piernas con todas sus fuerzas. Alexis y Diego no se preocuparon, eventualmente se cansaría; tenían toda la noche para dejarlo adolorido.

Diego fue por la barra de masaje y comenzó a pensar cómo utilizarla. Regresó y le dió la barra a Alexis. Rapha, en el suelo, juntaba las piernas con todas sus fuerzas esperando lo peor. Diego sabía cómo hacerlo ceder rápidamente, tomó a Rapha por detrás y le tapó la nariz. Después de unos segundos Rapha comenzó a torcer su cuerpo tratando de safarse de la mano que lo ahogaba. Alexis vio que dejaba de poner resistencia y no desaprovechó el momento. Apenas abrió Rapha sus piernas lo mínimo, tomó la barra de masaje como si fuera un martillo y le dio un duro golpe entre en su ancho bulto. Ante esto, Rapha perdió todas las fuerzas para defenderse. Después de ese golpe Diego lo soltó, y en vez de asfixiarlo para que perdiera fuerza simplemente se acercó a Rapha por delante y lo tomó de una rodilla con sus manos mientras que con sus pies empujaba la otra. Alexis con facilidad dejaba caer la barra de masaje entre las piernas hasta golpear el paquete de Rapha.

Después de varios golpes, dejaron la barra y comenzaron a usar los pies. Primero Diego plantó su suela sobre los huevos de Rapha, y ayudado por Alexis, se paraba en un solo pie, aplastando todo lo que tenía debajo. Movía su pie hacia adelante y hacia atrás para asegurarse que machucaba todo. El pobre cubano solo gemía.

Luego fue el turno de Alexis, quien plantó sus dos pies en el abdomen de Rapha y comenzó a saltar. Rapha trataba de cubrirse con sus rodillas lo más que podía, pero prácticamente recibió el impacto directo de los saltos. Luego Alexis bajó hacia un lado y dejó que descansara por unos segundos. Rapha rodó hacia un lado y quedó tendido en un costado, tratando de recuperarse. Pero el descanso no duró mucho. Apenas se acomodó Alexis frente a él, le dio un puntapié directo en los genitales. Rapha se retorció y giró todo su cuerpo hacia el otro lado, tratando de gritar. Pero del otro lado lo esperaba Diego, con otro puntapié directo a los huevos.

Finalmente Diego y Alexis decidieron parar la tortura. Sabían que podían continuar con esto toda la noche, pero no querían arriesgarse que de repente llegara alguien y los viera. Decidieron golpear cada uno una ve más a Rapha. Alexis clavó su rodilla entre las piernas de su víctima, mientras que Diego le dio un largo y fuerte apretón a ambos tesículos.

Lo dejaron inconsciente tras asfixiarlo un poco con el brazo, y lo soltaron lo más rápido que pudieron.

Después de unos minutos se despertó Rapha. El gimnasio estaba oscuro. No había nadie. Sentía el ardor en sus muñecas y tobillos, también en su cuello. Sentía dolor en todo su cuerpo, pero sobre todo en sus partes baja. Se levantó con cuidado y sintió los testículos muy sensibles. Al caminar tuvo que encorvarse del dolor. Quería llorar de dolor y de coraje. Pero no lo hizo. Salió del gimnasio prometiéndose tener cuidado de todos, y recordando las caras de esos dos estudiantes; tal vez algún día podría vengarse. 

martes, 27 de febrero de 2018

Saliendo del Bar

Ibamos a ese bar seguido porque quedaba cerca del gimnasio. Ese día solo íbamos Aleks, el Turco y yo, pero había veces que podíamos ir hasta quince personas. Era un lugar cómodo, no muy grande y la botana que servían era buena. A veces hasta comprábamos una botella para pasarnos ahí varias horas. Nos gustaba mucho pasar el tiempo platicando hasta que cerraran. Los meseros y barmans nos conocían muy bien. 

Se estaba vaciando el bar cuando me di cuenta que unas personas en otra mesa nos estaban viendo. Al principio no dije nada, pero puse atención. Eran cinco hombres de entre 35 y 40 años de edad. Se veían corpulentos y fornidos, sin duda practicaban algún deporte y probablemente eran luchadores como nosotros. Nos volteaban a ver de vez en cuando y cuando vi que uno señalaba a nuestra mesa mientras le decía algo a otro decidí que tenía que avisarles al Turco y a Aleks, que los tenían de espaldas. 

"Atrás de ustedes hay una mesa con cinco cabrones que están hablando de nosotros," dije después de advertirles que no voltearan en ese momento, no quería provocar un enfrentamiento sin necesidad. Pero cuando Aleks volteó a verlos nos dijo que él los reconocía. 

"Yo sé quienes son, dos de ellos entrenaban conmigo hace varios años, los otros no estoy seguro quiénes sean, pero seguro son luchadores," nos dijo Aleks. 

"¿Alguna razón para preocuparnos?" preguntó el Turco. 

"Espero que no," dijo Aleks. 

"¿Como que esperas?" le pregunté, "¿crees que tendrían interés en nosotros aparte de lo que ya están diciendo?"

"No sé-" comenzó a decir Aleks cuando una mano cayó en su hombro y lo interrumpió. Nadie de nosotros se dio cuenta cuando los cinco hombres se levantaron y se acercaron a nuestra mesa. El que había agarrado a Aleks del hombro era el que se veía más fuerte, los otros cuatro se quedaron atrás de él. 

"¿Qué tal, Aleks?" dijo el hombre con una voz rasposa. "Qué casualidad venirte a encontrar aquí."

"Qué tal, Dumbo," contestó Aleks apenas volteando la cara suficiente para verlo de reojo, "yo siempre vengo aquí, creo que la casualidad es que hayas venido tú."

"Casualmente me acordé hoy de la última vez que peleamos juntos, y de cómo me dejaste morir," dijo ese que Aleks llamó Dumbo acercándose al oido de Aleks y sonriendo. Pude ver que tenía varios dientes metálicos. 

Aleks volteó la cara un poco más y movió su hombro para quitar la mano de Dumbo y le contestó. "En primer lugar yo no te dejé morir, segundo fue hace mucho tiempo, y tercero si tienes algún problema lo podemos arreglar en el ring."

El Turco y yo no contestamos nada pero nos pusimos de pie. Aleks nos dijo que nos sentáramos, pero en eso Dumbo levantó las manos a la altura de su cara mostrando las palmas y dijo con cara de gusto "¡Ahh! Con que tienes nuevas mascotas, ¡eh!" Aleks se puso de pie y se volteó para quedar de frente a él. "Ya te dije que si tienes algún problema me busques en el gimnasio. Ya sabes donde está y a que horas encontrarme."

De repente Dumbo agarró a Aleks de la camiseta con una mano y lo acercó a él. "Pues resulta que te encontré aquí, hijo de puta."

"¡Hey!" gritó, Javi, uno de los meseros que nos atendía, "ni se les ocurra empezar un pleito aquí. Afuera hagan lo que quieran. Aparte les quedan 15 minutos y ya se tienen que salir."
"Te salvaste, Aleks," dijo Dumbo retrocediendo a su mesa. "Por aquí te veo pronto," dijo y todos los que iban con él se alejaron a su mesa, en la que dejaron algunos billetes para pagar su cuenta y salieron del bar. 

Aleks, Turco y yo nos quedamos un poco más de tiempo terminando nuestras bebidas. Aleks nos contó un poco sobre quién era Dumbo y por qué había actuado de esa manera. Dumbo había entrenado con Aleks durante muchos años, cuando todavía estaba en la academia de João. Eran compañeros desde ese entonces y a veces luchaban juntos. 

João había conseguido inscribir a sus luchadores en un torneo de peleas clandestinas.  Había varias modalidades, como si fuera un estilo de lucha libre, pero con golpes y nockouts de verdad. Dumbo y Aleks eran sus mejores luchadores para pelear de parejas; habían entrenado juntos durante algunos años y se habían acoplado muy bien a su forma de luchar. 

Ronaldo Souza 'Dumbo' y Luke Rockhold 'Aleks' 
Aleks no nos contó mucho más de esas luchas, pero lo que sí mencionó fue la última vez que habían peleado juntos. Estaban en una jaula, de frente tenían a dos hermanos, que eran sus rivales. Se veían como luchadores callejeros, con tatuajes en todo el cuerpo, ultra musculosos, con la cara pintada, uno de ellos rapado por completo y el otro con una linea de cabello estilo mohawk. 

La lucha era de una modalidad extrema: los ganadores tenían que dejar inconscientes a los perdedores para ganar; João les había explicado eso, pero lo que no les dijo es se podían utilizar armas que pudieran esconderse en la ropa de lucha. Aleks y Dumbo no estaban preparados. Los hermanos Anaya, a quienes apodaban "los Canallas", tenían ropa especial para este tipo de luchas e incluso llevaban rodilleras y cintas en la cabeza. 

Ricardo Arona 'Anaya 1'

La pelea duró más de lo normal, pero al final Aleks y Dumbo perdieron. Las rodilleras y las botas de los Canallas tenían placas de metal. Cada patada y cada rodillazo que recibían Aleks y Dumbo les dolía diez veces más de lo normal. Para Aleks tres rodillazos seguidos en los huevos fue lo que lo tumbó, por lo menos por algunos minutos. Uno de los hermanos, el que estaba completamente rapado lo acorraló en un esquinero y después de golpearlo en el abdomen clavó su rodilla con toda la potencia que tenía entre las piernas de Alkes, y repitió eso dos veces más. Aleks tenía ya mucha resistencia a los golpes en los testículos gracias a la terapia que João le infringía, pero eso fue más de lo que pudo soportar. 


Brandon Sene 'Anaya 2'
Dumbo por su parte había sido aturdido por una patada que le dieron en la cabeza. Las placas de metal en las botas de los Canalllas conseguían su cometido. Con Aleks fuera de la pelea, aunque fuera por algunos minutos únicamente, consiguieron amarrar las manos de Dumbo detrás de su espalda. Una de las cintas que llevaban en la cabeza le inmovilizaba las dos manos juntas y la otra sujetaba las manos a la reja. Dumbo había quedado de rodillas con las manos por detrás sin poder moverse expuesto a lo que quisieran hacer con él. 

Normalmente en esas luchas los Canallas hubieran asfixiado a Dumbo hasta que quedara inconsciente para terminar la pelea triunfantes, pero estos hermanos tomaban su rol de tramposos muy en serio, y siguieron golpeando a Dumbo. Lo patearon entre las piernas con las placas de metal, haciendo explotar de dolor los huevos de Dumbo. Lo golpearon en la cara y en el estomago. Le clavaron las uñas en los pezones y le retorcieron las orejas. Le patearon con la punta del pie cada muslo, y luego su paquete. Dumbo perdió el conocimiento antes de ver cómo Aleks se levantaba y venía a defenderlo.

Aleks peleó contra los dos hermanos y estuvo a punto de asfixiar a uno hasta desmayarlo, si no fuera porque el otro reaccionó rápido y lo agarró entre las piernas por detrás. Apretó sus testículos lo más fuerte que pudo y lo obligó a soltar a su hermano. Aleks llevó sus dos manos entre sus piernas, tratando de zafar el puño que le estrujaba sus huevos. Después recibió un puñetazo en la cara de parte del otro Anaya a quien había estado ahorcando. Cayó al suelo. Los dos hermanos lo levantaron y lo colocaron con su espalda en su rodilla en forma de quebradora y se dieron gusto. Cada uno le detenía los brazos con una mano y la otra la usaban para golpearlo. Se turnaban para detenerlo de las rodillas y poder golpearlo como quisieran. Le dieron más de veinte golpes en el estómago, luego lo golpearon en los huevos la misma cantidad de veces. Uno de ellos lo tomó de la barbilla y lo obligó a arquearse más mientras el otro lo apretó de su paquete lo más fuerte que pudo, y luego lo empezó a torcer. Aleks empezó a gritar, y luego se desmayó. 

Rolando Souza 'Dumbo'
Pero aquello no había terminado ahí. João había apostado mucho en esa pelea, y no tenía como pagar. Cuando la lucha terminó tuvo que negociar de la peor manera que sabía. Ofreció a Aleks como moneda de cambio. El representante de los Canallas no desperdició la oportunidad y firmó el trato. Aleks estaría obligado a trabajar con ellos durante un año, sin condiciones. Para efectos prácticos, Aleks acababa de ser vendido como un esclavo. Incluso, inconsciente como estaba fue esposado y encadenado cuando se lo llevaron en una camioneta. Y João después le había dicho a Dumbo que Aleks los había dejado por irse con los Anaya; y esa fue la historia que él conoció: creía que Aleks se había rendido para salvarse y había dejado a Dumbo inconsciente y amarrado en el enjaulado. 

No se volvieron a ver sino hasta cinco años después, y para entonces Dumbo lo único que quería era vengarse de Aleks. Y aunque Aleks trató de explicarle lo que había sucedido, Dumbo nunca lo escuchó, y al parecer ahora si estaba dispuesto a cobrar esa revancha sin razón. 

El Turco y yo nos quedamos sin habla. Era una historia muy aterradora. Queríamos preguntar más sobre el año que tuvo que trabajar sin paga con los Canallas, pero el bar estaba a punto de cerrar y nos teníamos que ir. Terminamos lo que habíamos pedido y pagamos la cuenta. Cuando nos levantamos de la mesa éramos los últimos y los meseros ya estaban recogiendo las sillas del lugar. Nos despedimos de Javi y de los demás y salimos a la calle. Caminamos juntos hacia el gimnasio, yo había dejado mi coche ahí. Pero cuando dimos la vuelta en la esquina solo alcanzamos a dar diez pasos cuando alguien nos atacó por detrás. 

Yo sentí un golpe en la espalda, casi a la altura del cuello que me aventó hacia adelante y casi me caigo de boca en la banqueta. A pesar de tomarme por sorpresa, alcancé a ver que Aleks y el Turco también habían sido atacados. El Turco si rodó por la banqueta y quedó tirado de lado estupefacto por el golpe. Aleks estaba sometido por dos personas, uno lo agarraba del cuello y lo obligaba a doblarse hacia el frente, y el otro lo tomaba de un brazo y lo torcía hacia atrás de su espalda. Yo reaccioné aventándome contra la primera persona que vi tratando de soltar un golpe a su cara, pero sin darme cuenta alguien tomó mi brazo y evitó que esto sucediera, después me tomaron por el cuello con el otro brazo y me jalaron hacia atrás por lo que quedé inmovilizado. Todo esto me tomó desprevenido y no pude reaccionar bien.Con la mano que tenía libre traté de zafar el brazo que me ahorcaba, pero inmediatamente recibí un golpe en el estómago que me sacó el aire, y justo después sentí una mano que me agarraba el paquete y comenzaba a apretar mis huevos. 

Me sorprendió mucho el dolor en mis bolas porque yo llevaba puestos jeans, pero quien me agarró los huevos los sujetó perfectamente para que no se escaparan y la presión que aplicaron hizo que me paralizara del dolor. Junté mis piernas pero solo logre incomodar la mano de mi atacante. Luego sentí que jalaba todo mi paquete con fuerza para que quedara fuera de la presión que podía aplicar con mis piernas; yo seguí juntando mis piernas por instinto por lo que quedó mi paquete delante de mis muslos. 

El Turco no había podido reaccionar y había sido sometido por otra persona en el suelo. El pobre estaba sobre su espalda con alguien sentado sobre sus brazos y siendo golpeado en la cara. A pesar de que mi atacante me estaba exprimiendo los huevos con una mano y con la otra deteniendo mi cara, alcancé a ver que era Dumbo el que golpeaba al Turco. Y después de dejarlo golpeado en el piso se levantó y se acercó a Aleks, que también estaba sometido por dos personas. Se acercó por atrás y metió su mano entre las piernas de Aleks. Yo solo lo escuché gritar y vi como Dumbo lo levantaba del suelo sosteniéndolo solo de sus partes nobles. Cuando por fin me soltaron los huevos, después de un minuto, lo primero que hice fue levantar una pierna y cruzarla para proteger esa parte de mi cuerpo. Pero en seguida comenzaron a golpearme en el estómago una y otra y otra vez. 

No soporté mucho el dolor y pronto comencé a perder fuerza. Me golpearon muchas veces en el estómago, y ocasionalmente incluían un golpe entre mis piernas, justo cuando bajaba la pierna que me cubría. Lo último que sentí antes de que me soltaran fue un rodillazo que se clavó en mi entrepierna y aplastó lo que quedaba de mis huevos. Cuando no tuve el soporte de los brazos que me detenían me fui al suelo directamente. Me quedé tendido unos momentos y luego lo primero que hice fue llevarme las manos entre mis piernas girándome hacia un lado, pero un pie se apoyó en mi pecho y me obligó a quedarme de espaldas. 

A pesar del dolor alcancé a ver lo que sucedía con Aleks. Dumbo le soltó los testículos por fin, y les dijo a sus amigos que lo sujetaran parado. Los dos que lo estaban golpeando al inicio lo sostuvieron de los dos brazos y las dos piernas. Quedó totalmente abierto de manos y pies y levantado por los cabellos. Dumbo se acercó a él y le dio una patada en los huevos. Aleks trató de cerrar las piernas pero los amigos de Dumbo lo detenían firmemente. Después Dumbo lo golpeó dos veces en el estómago para rematar con un golpe en la cara. 

Cuando traté de moverme para levantarme, el que tenía un pie en mi pecho me dio una patada en la cara, y luego movió su pie a mi entrepierna y aplicó presión; otra vez estuve sometido y solo podía ver cómo golpeaban a Aleks. Dumbo se acercó a la cara de Aleks y lo agarró de la quijada. Fue la primera vez que lo escuché hablar:

"¿Qué se siente que te estén golpeando mientras se ríen de ti? ¡¿Eh?! ¡¿Qué se siente?!" le gritaba Dumbo. "¿Qué se siente que te dejen solo para que otros te golpeen? ¿Sabes lo que me hizo João cuando tú no estabas? Y según tú eras mi amigo. ¡No vales verga!" y terminando de insultarlo le dio un puñetazo directo en los huevos. El gemido que Aleks dejó escapar delataba lo fuerte que le habían pegado en sus partes nobles.

Yo seguía inmovilizado con un pie en mis huevos y mis dos manos sujetando el pie que me torturaba intentando inutilmente de disminuir la presión. No sabía qué era del Turco porque estaba fuera de mi campo visual. Pero de repente se esfumó la presión de mis huevos y sentí alivio. La persona que me estaba pisando mis bolas contra la calle salió volando, y vi que alguien atacó a Dumbo. Lo empujaron tan fuerte que salió volando y chocó contra un coche. Luego los que estaban sosteniendo a Aleks lo soltaron para poder reaccionar pero era demasiado tarde, uno de ellos recibió un rodillazo en los huevos que lo obligó a doblarse hacia adelante para cubrirse, al tiempo que el otro era agarrado de los pelos y su cabeza era forzada a estrellarse con la rodilla de su atacante. 

Cuando me pude levantar para evitar que el que me había sometido pudiera atacar a nuestro salvador vi quién era nuestro rescatista. Teo estaba con ropa deportiva golpeando al otro personaje que había recibido el rodillazo en los huevos. Yo alcancé a levantarme antes de que mi atacante reaccionara y le di un rodillazo directo en la cara cuando estaba tratando de ponerse de pie. Me aseguré que no se fuera a levantar pronto y corrí hacia donde estaba el Turco tirado sobre su espalda, pero su atacante ya no estaba sentado en su pecho, sino en su estomago, y ya no estaba viendo su cara sino que se había girado para quedar viendo a sus pies y lo tenía agarrado de los huevos mientras se los golpeaba con el otro puño. El Turco soltaba un "¡ough!" con cada golpe que recibía en los testículos. 

Wade Hayes 'Teo'

Corrí a ayudarlo, y el cabrón, que estaba muy entretenido torturando los testículos de mi amigo no se dio cuenta que venía yo corriendo para darle una patada justo en la cara que lo lanzó hacia atrás y lo dejó inconsciente. Acto seguido traté de ayudar al Turco a levantarse, pero no podía mover las manos de sus huevos. Le dije que se quedara ahí pero que estuviera pendiente por si alguno de los que estaban tirados se levantaban. 

Me giré para ver dónde estaba la acción y justo vi que mientras Teo seguía golpeando a uno de los dos que habían estado sujetando a Aleks, Dumbo se había puesto de pie y corría para taclear a Teo. Vi salir volando a Teo con el cuerpo de Dumbo abrazándolo por la cintura y estirado como si fuera un torpedo y sentí ganas de matarlo ahi mismo en ese momento. Dumbo cayó encima de Teo y enseguida levantó su rodilla para dejarla caer en el bulto de Teo. Teo soltó un grito de dolor, pero rápidamente  pudo cubrir su paquete lastimado porque llegué yo con la velocidad que pude tomar y pateé a Dumbo en las costillas. Dumbo rodó y yo lo seguí hasta que me pude colocar sobre él inmovilizándolo de los brazos. 

Comencé a golpear a Dumbo con todas las fuerzas que me quedaban. Traté de olvidarme del dolor de huevos que todavía sentía y confiaba en que los otros luchadores que iban con Dumbo no se iban a levantar, y si lo hacían alguno de mis compañeros (aunque me resultaba raro pensar en Teo como mi compañero) se iba a encargar de ellos. 

Dumbo trataba de soltarse sin conseguirlo. Vi su odio y desprecio en la cara. Después su gesto cambio y soltó un gemido, después supe por qué; Aleks estaba de pie y le había puesto la planta de su bota en los huevos. Le dio dos pisotones fuertes y el tercero dejó su bota entre las piernas de Dumbo y le aplicó toda la presión que pudo. Yo lo tome con una mano del cuello y con el otro brazo le di dos fuertes golpes con mi antebrazo en la cara. Sentía el coraje acumulándose en mi cabeza,  tenía ganas de dejarlo inconsciente. 

El Turco se había levantado ya y lanzaba patadas a todos los otros compañeros de Dumbo que estaban en el suelo. A uno le dio en el abdomen, a otro en los huevos y a un último en la cara. El cuarto amigo de Dumbo seguía inconsciente en la banqueta. 

Le di un último golpe a Dumbo con todas mis fuerzas y sentí que dejó de poner resistencia. Decidí dejar de golpearlo y me levanté. Aleks seguía con su pie en el paquete de Dumbo, le dio un pisotón más antes de retirar su pie. Justo cuando liberó Aleks a Dumbo este se llevó una mano a su paquete y otra a su cara, donde había estado golpeando yo. Nos volteamos a ver todos, y vimos también a nuestros enemigos tirados en el suelo. 

"¿Qué hacemos con ellos?" preguntó Teo todavía con una mano protegiendo sus huevos. 

"No hacemos nada,"dijo Aleks. "Nos vamos y que ahí se queden."

"¿Cómo que nada? Hay que llevarlos adentro y los usamos de dummies." dijo Teo. 

"No, Teo, no hacemos nada," contestó Aleks. 

"¿Qué hubieran hecho ellos si no llego yo a quitártelos de encima? En primera supongo que ya no tendrías huevos, no creas que no vi de donde te tenían agarrado," dijo Teo.

"¡Ya, Teo, fue suficiente!" le dijo Aleks ya enojado, y luego nos volteó a ver al Turco y a mí, "vámonos," nos dijo. El Turco se acercó cojeando y con una mano en el abdomen bajo. Yo no me moví. Estaba sorprendido de que Aleks quisiera dejar las cosas ahí cuando seguramente Dumbo y sus amigos nos hubieran hospitalizado. 

"Me quedo con Teo," le dije a Aleks que parecía muy sorprendido. Cuando me di cuenta que Aleks estaba preocupado por lo que fuera yo a hacer con Teo, entonces dije "no te preocupes, no los vamos a matar," le dije, pero me di cuenta que no estaba convencido, entonces me acerqué a él para hablar más bajo, "me voy a asegurar que Teo no mate a nadie, ¿ok? Tú tranquilo," le dije y eso pareció tranquilizarlo. 

Por fin Aleks y el Turco se fueron caminando hacia el estacionamiento, y Teo y yo nos quedamos viendo uno al otro, y luego a los cinco cuerpos tirados en el piso. 

Antes de que Aleks y el Turco estuvieran fuera de vista Teo les gritó "¡de nada por la ayuda, eh!"






Man of the North (part 2 of 3)

 (This story starts with "Man of the North (part 1 of 3)") That afternoon I went to see my uncle. I was surrounded right away ; I ...