lunes, 22 de abril de 2019

El intendente cubano

Raphael (Jefferson Ferreira)

La Universidad Politécnica nunca estaba vacía. Ya fuera fin de semana, día feriado o cualquier fecha que pudiera parecer especial, siempre había gente en sus pasillos y espacios sociales. Eso significaba que siempre había necesidad de personal de limpieza que ayudara a mantenerla limpia. No eran pocos los empleados que se dedicaban a esto, sin embargo uno nunca faltaba a trabajar. Cualquier día te podías encontrar al joven cubano que barría, trapeaba o limpiaba vidrios.

Raphael había llegado de Cuba cuando tenía 15 años buscando una oportunidad. Encontró un empleo como intendente en la Universidad Politécnica y no lo desaprovechó. En la universidad le daban oportunidad de ejercitarse, lo que lo motivó a desarrollar sus músculos. Una vez lo invitaron a un evento en el que hubo un espectáculo de lucha libre y nunca más dejó de pensar en eso. Once años después de su llegada a la universidad, poca gente sabía que era un reconocido luchador enmascarado que cada fin de semana se ganaba dinero extra por el show que brindaba.

Aunque nadie sabía de su otro trabajo en la universidad, muchas chicas habían notado su cuerpo atlético. Esto aparte de ser apuesto y muy amable le había ganado muchas fans.

Alexis y Diego conocían a Rapha por su reputación y porque al igual que cualquiera que atendiera a la Universidad Politécnica, lo habían visto muchas veces trabajando ahí.

Un día estaba Raphael limpiando los pisos del gimnasio a la vez que Alexis y Diego practicaban lucha grecorromana en el tapiz. Los chicos lo vieron y pensaron que seria divertido atacar dos contra uno al intendente; eran de esos imbeciles que les gustaba someter y golpear a gente al azar cuando los veían desprotegidos, y siendo ellos luchadores “pro”, se sentían en ventaja siempre. Escogían a víctimas débiles y desprotegidas, y esta les pareció una buena oportunidad. Diego se acercó disimuladamente a cerrar la puerta con seguro por si el intendente trataba de escapar. Una vez que no había salida entre los dos se acercaron a Raphael para intimidarlo. 

Raphael estaba concentrado en su trabajo cuando los dos muchachos se acercaron. Primero pensó que le querían preguntar algo, pero le alarmó la manera en que ambos se acercaban como si lo quisieran rodear.

Alexis (Aaron Pico)
El ataque llegó por el costado derecho, Diego se lanzó contra él pero Raphael lo empujó con suficiente fuerza para detener el ataque. Al mismo tiempo Alexis se acercaba por el otro lado, y al ver la reacción de Raphael y cómo Diego salió volando con el empujón se dio cuenta que tal vez necesitaría esforzarse más para someter al intendente. Trató de rodearlo con sus brazos pero Raphael también logró evitar ese ataque fácilmente. 

Diego y Alexis quedaron sorprendidos y enojados por no haber podido someter rápidamente a Raphael, por lo que volvieron a acercarse con coraje para tratar de derribarlo entre los dos, al mismo tiempo. Raphael, que ahora sabía la intención de los estudiantes ahora estaba mejor preparado para defenderse. Poco sabían ellos de sus aptitudes para luchar. Antes de que pudieran acerarse lo suficiente, Raphael ya estaba girando para no darle la espalda a ninguno y tratando de adivinar sus movimientos para adelantarse a ellos. 

Cuando Diego se cansó de perseguir al intendente sin lograr ni siquiera colocar un golpe probó correr hacia él y lanzarse para derrumbarlo y esperar que Alexis tuviera tiempo para acercarse y colocar algún golpe. Hizo esto y Raphael echó su cuerpo hacía atrás, pero no suficientemente rápido para evitar que Diego lo abrazara por la cintura. Aunque no lo derribó, fue suficiente para limitar sus movimientos. Alexis no desaprovechó la oportunidad y se acercó velozmente para tratar de tomarlo por la espalda e inmovilizar los brazos. Torpemente logró hacerse de un brazo de Raphael. Alexis realmente se sorprendió por lo fuerte y musculoso que resultaba este intendente. Raphael trataba de soltarse usando su otro brazo, y golpeaba la espalda de Diego que quedaba justo a la altura de su cintura. 

Diego (Ethan Ramos)
Diego por su cuenta trataba con todas sus fuerzas de tumbarlo, soprtando los golpes que recibía en la espalda. Pero despues de unos momentos de no lograrlo, lo soltó para inmediatamente tratar de amarrar con sus brazos una de sus piernas e intentar torcerla para desequilibrarlo, pero cuando soltó la cintura de Raphael y trató de pasar su mano para tomarlo de su pierna su puño golpeó la entrepierna de Raphael y este soltó un gemido de dolor. Inmediatamente Diego se dio cuenta que ese era el punto perfecto que debía atacar para poder someterlo. Soltó completamente a Raphael y aprovechando que tenía las piernas separadas para no perder el balance, le soltó un puñetazo lo más fuerte que pudo entre las piernas. Su puño golpeó directamente los huevos de Raphael cubiertos solo por sus jeans y este soltó un grito de dol
or al tiempo que dejaba caer sus manos para cubrirse y perder todas las fuerzas que lo mantenían defendiéndose de los dos muchachos. Diego y Alexis no desperdiciaron ni un momento y se lanzaron sobre él. Alexis lo tomó del cuello y se lanzó hacia atrás para estirar su abdomen. Mientras que Diego preparó el golpe perfecto. Mientras Alexis poco a poco y a estirones levantaba a Raphael, este se defendía tomando el brazo que le rodeaba el cuello con sus manos. Esto dejó su paquete completamente descubierto y en el momento que estuvo completamente de pie y arqueado hacia atrás Diego se apresuró, levantó su rodilla con fuerza y la colocó justo en medio de las piernas de Raphael.

Raphael, que todavía no se recuperaba del primer golpe que recibió en los testículos, gritó otra vez y juntó sus piernas, al tiempo que se dejaba caer. Alexis no tuvo suficiente fuerza para mantenerlo de pie tomándolo del cuello asi que lo soltó. Raphael cayó de rodillas en el piso con sus manos entre las piernas y gritando. Luego se dejó caer completamente boca abajo tratando de soportar el dolor. Lo siguieron golpeando en la espalda y el estómago hasta que estuvo inmóvil. Esto lo aprovecharon Diego y Alexis para sacar de sus mochilas algunos objetos para inmovilizar a Raphael.

Lo primero que sacaron fueron cuerdas para saltar. Cada uno con su cuerda se acercó a Raphael. Alexis pasó su cuerda alrededor del cuello de Rapha mientras que Diego le amarraba las manos por detrás de la espalda. Luego con la misma cuerda, Diego le amarró los pies juntos, y Alexis amarró su cuerda a la cuerda de Diego, de manera que Raphael no podía encoger su cuerpo sin ahorcarse. Utilizaron una muñequera para vendarle los ojos. Le pusieron un calcetín en la boca y con la otra muñequera se aseguraron que no pudiera gritar.

Una vez que tenían su juguete tal como lo querían comenzaron a torturarlo. Primero lo colocaron de rodillas. Alexis lo detenía de la cabeza para que no pudiera moverse. Diego comenzó dandole fuertes golpes en el abdomen. Los gemidos de dolor de Raphael quedaban ahogados en el calcetín dentro de su boca. Después le dio varios golpes con el puño cerrado en el pecho. Raphael tensaba los músculos y los golpes no surtían tanto efecto; Diego se dio cuenta de esto pero siguió golpeándolo. Sentía con cada golpe que Raphael hinchaba el pecho y se ponía muy duro. Siguió golpeando el pecho esperando que Rapha se acostumbrara a los golpes; como tenía los ojos vendados no podía ver cuando recibiría el siguiente, por eso cuando Diego decidió cambiar su blanco, tomó a Rapha por sorpresa completamente. Diego le dio un fuerte puñetazo en los huevos que hizo temblar a Rapha. El dolor fue muy intenso e inesperado. Trató de cubrirse con su propio cuerpo pero la cuerda alrededor de su cuello y los brazos de Alexis deteniéndolo lo impidieron. Diego veía como respiraba rápido y disfrutó su crueldad. Después de eso le dio dos golpes más, cada vez tratando de superar la fuerza del anterior. Y luego trató de agarrar a Rapha de los testículos. Como los jeans de Rapha eran ajustados, Diego batalló unos instantes, pero el bulto de Rapha era suficientemente grande como para escapar la garra de Diego. Al final solo pudo agarra uno de los huevos de Rapha porque se escapaba el otro, pero no le importó, comenzó a apretar con mucha fuerza viendo de frente a Rapha para apreciar su reacción. Los músculos de la cara de Rapha se tensaron y comenzó a hacer muecas de inmenso dolor.

Pronto Alexis se aburrió y le pidió a Diego que cambiaran posiciones. Diego, más interesado ahora en seguir torturando la hombría de Rapha, le dijo que traería una barra de masaje para mantener las rodillas de Rapha separadas y poder golpearlo con más facilidad, pero al decir esto se le ocurrió algo mejor: la barra de masaje era el instrumento perfecto para torturar los genitales de Rapha. Al escuchar esto, el cubano sintió angustia y comenzó a cerrar sus piernas con todas sus fuerzas. Alexis y Diego no se preocuparon, eventualmente se cansaría; tenían toda la noche para dejarlo adolorido.

Diego fue por la barra de masaje y comenzó a pensar cómo utilizarla. Regresó y le dió la barra a Alexis. Rapha, en el suelo, juntaba las piernas con todas sus fuerzas esperando lo peor. Diego sabía cómo hacerlo ceder rápidamente, tomó a Rapha por detrás y le tapó la nariz. Después de unos segundos Rapha comenzó a torcer su cuerpo tratando de safarse de la mano que lo ahogaba. Alexis vio que dejaba de poner resistencia y no desaprovechó el momento. Apenas abrió Rapha sus piernas lo mínimo, tomó la barra de masaje como si fuera un martillo y le dio un duro golpe entre en su ancho bulto. Ante esto, Rapha perdió todas las fuerzas para defenderse. Después de ese golpe Diego lo soltó, y en vez de asfixiarlo para que perdiera fuerza simplemente se acercó a Rapha por delante y lo tomó de una rodilla con sus manos mientras que con sus pies empujaba la otra. Alexis con facilidad dejaba caer la barra de masaje entre las piernas hasta golpear el paquete de Rapha.

Después de varios golpes, dejaron la barra y comenzaron a usar los pies. Primero Diego plantó su suela sobre los huevos de Rapha, y ayudado por Alexis, se paraba en un solo pie, aplastando todo lo que tenía debajo. Movía su pie hacia adelante y hacia atrás para asegurarse que machucaba todo. El pobre cubano solo gemía.

Luego fue el turno de Alexis, quien plantó sus dos pies en el abdomen de Rapha y comenzó a saltar. Rapha trataba de cubrirse con sus rodillas lo más que podía, pero prácticamente recibió el impacto directo de los saltos. Luego Alexis bajó hacia un lado y dejó que descansara por unos segundos. Rapha rodó hacia un lado y quedó tendido en un costado, tratando de recuperarse. Pero el descanso no duró mucho. Apenas se acomodó Alexis frente a él, le dio un puntapié directo en los genitales. Rapha se retorció y giró todo su cuerpo hacia el otro lado, tratando de gritar. Pero del otro lado lo esperaba Diego, con otro puntapié directo a los huevos.

Finalmente Diego y Alexis decidieron parar la tortura. Sabían que podían continuar con esto toda la noche, pero no querían arriesgarse que de repente llegara alguien y los viera. Decidieron golpear cada uno una ve más a Rapha. Alexis clavó su rodilla entre las piernas de su víctima, mientras que Diego le dio un largo y fuerte apretón a ambos tesículos.

Lo dejaron inconsciente tras asfixiarlo un poco con el brazo, y lo soltaron lo más rápido que pudieron.

Después de unos minutos se despertó Rapha. El gimnasio estaba oscuro. No había nadie. Sentía el ardor en sus muñecas y tobillos, también en su cuello. Sentía dolor en todo su cuerpo, pero sobre todo en sus partes baja. Se levantó con cuidado y sintió los testículos muy sensibles. Al caminar tuvo que encorvarse del dolor. Quería llorar de dolor y de coraje. Pero no lo hizo. Salió del gimnasio prometiéndose tener cuidado de todos, y recordando las caras de esos dos estudiantes; tal vez algún día podría vengarse. 

Man of the North (part 2 of 3)

 (This story starts with "Man of the North (part 1 of 3)") That afternoon I went to see my uncle. I was surrounded right away ; I ...